Por Milyarielix Dávila Vélez
En un mundo en donde existe la necesidad de abordar los desafíos ambientales y económicos de manera integral, la economía circular emerge como modelo para impulsar la sostenibilidad. Este enfoque busca romper con la tradición lineal de "hacer, usar, desechar" para promover la reutilización, el reciclaje y la regeneración de recursos.
La profesora de economía en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, Ivonne Del C. Díaz Rodríguez, definió la economía circular como un modelo que persigue tres componentes: la sostenibilidad económica, social y ambiental.
Puntualmente, la economía circular propone minimizar los residuos: cuando un producto llega al final de su ciclo de vida, sus materiales se mantienen dentro de la economía siempre que sea factible mediante el proceso de reciclaje, permitiendo que estos materiales sean utilizados repetidamente. Díaz puntualizó: “eso es una estrategia de la economía circular, reusar materiales de construcción”.
El propósito de este enfoque circular a nivel macro es establecer un sistema que permita el florecimiento económico en un entorno equitativo y seguro, teniendo en cuenta tanto los límites planetarios como los fundamentos sociales, explicó.
La profesora mencionó que los límites o fronteras planetarias son, por ejemplo, el cambio climático, la biodiversidad, el uso de la tierra, la cantidad de plástico y los contaminantes. Si se superan estos límites “el ecosistema reaccionará, impactándonos a nosotros mismos”, aseguró. La sostenibilidad se refiere precisamente a mantener las actividades económicas dentro de estos límites para que tanto la economía como la humanidad puedan prosperar. Por lo tanto, la economía circular propone mantener un equilibrio dentro de estos límites ecológicos.
Dentro del marco del proyecto AgroEnergía PR, nacido como respuesta a los desafíos planteados por el cambio climático y la seguridad alimentaria en Puerto Rico, destaca una iniciativa importante. La implementación de la tecnología agrovoltaica tiene como objetivo optimizar el uso de la tierra para la generación de energía renovable y la producción agrícola de manera simultánea.
El profesor de Ciencias de Ingeniería y Materiales de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, Iván Baigés Valentín, explicó que una de las propuestas dentro del proyecto de AgroEnergía PR es asegurar que la implementación de la tecnología agrovoltaica esté integrada a una economía circular, junto con un plan de gestión sostenible para el final de vida de los equipos. Parte de este plan implica certificar los equipos, verificar que mantengan un 90% de su capacidad original y, si es necesario, repararlas para su reutilización.
Al emplear el enfoquede economía circular “sacamos menos materiales de la tierra y mantenemos estos materiales en circulación todo el tiempo; eso significa una economía circular” comentó Baigés. El proyecto experimental también contempla la opción de obtener equipos solares a precios accesibles, ya que algunos han sido decomisados y están disponibles en el mercado para ser certificados y revendidos a precios asequibles. La profesora Ivonne Díaz subrayó la importancia de demostrar con acciones concretas el compromiso con los principios de la economía circular: “no es decir, ‘yo estoy haciendo economía circular’, hay que demostrarlo y medirlo”. Asi mismo, instó a promover una comprensión profunda de la economía circular en todos los niveles educativos, la comunidad y el sector empresarial, señalando que “si se protege la tierra, nos protegemos a nosotros también”.